Reconectar con las audiencias de noticias · Digital News Report España 2022

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Presentación

La pandemia aceleró algunas tendencias en el mercado de la información, como el declive de las audiencias y la rentabilidad de los diarios impresos, la primacía del móvil como dispositivo informativo más usado o la lenta pero imparable penetración de formatos como los vídeos y los pódcast. Por otro lado, frenó ligeramente la pérdida de confianza en las noticias y la secular resistencia a pagar por ellas. Un año después, la encuesta Digital News Report España 2022 ofrece nuevos datos sobre las actitudes y los hábitos de consumo de información. Como se detalla a lo largo de las siguientes páginas, en el panorama hay algunas zonas de luz, pero también otras más sombrías que llevan camino de cronificarse.

Entre las tendencias favorables, destaca la rápida transición del modelo de gratuidad hacia el de suscripción entre el público al que más interesan las noticias, impulsado por la mayoría de las empresas periodísticas españolas. También es una sociedad preocupada por la desinformación, con un enorme carácter participativo en el conjunto de los 46 países incluidos en el estudio global, y abierta al consumo de pódcast y vídeos informativos.

En el otro extremo, algunos datos de este año confirman tendencias inquietantes, no solo para las organizaciones periodísticas, sino para la sociedad en su conjunto. Como se verá a continuación, el interés y la confianza en las noticias están en niveles históricamente bajos, y aumenta el número de encuestados que perciben a los medios informativos como dependientes de los grupos de presión políticos y empresariales. Como consecuencia, la dieta informativa de ese grupo de escépticos es cada vez menos variada y plural, más digital y centrada en las redes sociales, y con un creciente problema de evitación deliberada de noticias, por hartazgo, cansancio o por desconfianza. Por último, quién más está sufriendo esta transformación de una parte significativa de las audiencias españolas son los denominados medios tradicionales, que a pesar de seguir siendo la opción favorita de la mayoría de los encuestados, ven peligrar su liderazgo ante las redes sociales y los medios nativos digitales.

Frente a este grupo indiferente e incluso crítico hacia la información, sigue existiendo otro segmento de la población muy interesado y preocupado por los asuntos públicos, especialmente los más próximos y locales. A pesar de que no es inmune a la pérdida generalizada de credibilidad, este grupo sigue confiando mayoritariamente en las principales marcas informativas, tanto digitales como tradicionales, e incluso está dispuesto a pagar o al menos a ceder sus datos personales para acceder a sus noticias favoritas.

La conclusión más inmediata de la existencia de estos dos grupos es que no se puede hablar de una única audiencia, sino de un mercado dual, en el que conviven dos tipos de públicos cuyas diferentes necesidades y actitudes hacia las noticias condicionan en buena medida sus hábitos informativos, también diferentes. La existencia de estos dos grupos permite explicar algunas tendencias aparentemente contradictorias entre sí, como se irá describiendo en las próximas páginas. (Fuente: resumen ejecutivo. Reproducción parcial)

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