Detrás de las pantallas, varios ponentes coincidieron en sus críticas tanto al factor de impacto y las métricas de evaluación como al esquema de financiación de las publicaciones en acceso abierto, así como a la proliferación de las llamadas revistas depredadoras, entre otros fenómenos que afectan al sector. También hubo espacio para compartir experiencias de éxito y buenas prácticas, que consolidan a esta conferencia como la mayor interfaz de conexión para los editores de Iberoamérica.
Tras un año desconectados a causa de la pandemia, el pasado 24 de mayo se reinició la Conferencia Internacional sobre Revistas de Ciencias Sociales y Humanidades, CRECS en modalidad en línea vía Zoom. Esta instancia académica y profesional reúne desde el 2011 a la comunidad de editores científicos, técnicos y responsables de servicios de difusión de revistas españolas y latinoamericanas.
El encargado de “darle play” a esta 11ª versión fue su fundador, Tomàs Baiget, director de revista Profesional de la Información y coordinador del grupo ThinkEPI. En su intro de bienvenida recordó el historial de las conferencias y remarcó el carácter intercontinental de los más de 260 asistentes inscritos de esta edición.
Sobreinformación y redundancia en la publicación
La conferencia inaugural, titulada La publicación científica en humanidades y ciencias sociales y la web semántica: esperanzas, tareas y conflictos en ciernes, estuvo a cargo de Francisco Javier García Marco, catedrático de la Universidad de Zaragoza. En su exposición, hizo un recorrido histórico sobre la publicación científica y abordó la “patología” del exceso de información, que afecta a las revistas con “síntomas” como las reiteraciones, las redundancias, el academicismo sin impacto, errores en la filiación de las ideas y, en suma, la mala calidad.
A juicio del académico, existe una oportunidad de enfrentar estos problemas con la web semántica, en tanto contribuye a evitar la ambigüedad y, a diferencia de los autores, editores, lectores y gestores de las revistas, carece de otros intereses particulares sobre la publicación.
Modelos sostenibles de acceso abierto
Por su parte, Paula Clemente-Vega, responsable de marketing de la Open Library of Humanities, presentó la experiencia de este portal de revistas académicas desarrollado por la Birkbeck, University of London, como un ejemplo sostenible de acceso abierto para las humanidades sin cobrar tasas de publicación. Según detalló, el modelo consorcial se basa en el subsidio más de 300 bibliotecas, las que con una pequeña contribución financian 28 revistas especializadas en humanidades y participan de la gobernanza de la institución.
También sobre acceso abierto versaron las primeras ponencias del segundo día, las que fueron presentadas por Remedios Melero. En la ocasión, Kathleen Shearer, directora ejecutiva de la Confederation of Open Access Repositories (COAR), presentó el quehacer de su institución y detalló las características de la iniciativa Notify: Repository and Services Interoperability Project que busca desarrollar un enfoque estándar e interoperable que permita vincular las revisiones por pares y respaldos de diferentes servicios con los resultados de la investigación alojados en la red repositorios. Este proyecto se encuadra en el modelo Pubfair, un marco de referencia distribuido para servicios de publicación abiertos.
A su turno, Johan Rooryck, director ejecutivo de cOAlition S y profesor de la Universidad de Leiden, explicó las tres vías –dorada, verde y transformacional– para alcanzar el acceso abierto total, en cumplimiento de los principios del Plan Simpulsadopor Science Europey acelerar así el proceso de cambio de modelo en la publicación científica. Rooryck enfatizó que esta iniciativa se opone a que las revistas pongan muros de pago, fijen períodos de embargo y pidan la cesión de derechos de autor.
Evaluación de revistas científicas al debate
Al igual que en la edición del 2019, el análisis de la calidad de la investigación y las métricas para publicaciones académicas fueron temas de alto interés en la conferencia CRECS y en la comunidad científica, tema cruzado por la carta de tres reconocidos investigadores haciendo un llamado a cambio radical en la evaluación de la investigación en España.
La primera en abordarlo fue Pilar Rico-Castro, jefa de la Unidad de Acceso Abierto, Repositorios y Revistas de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (Fecyt), quien reseñó las acciones de apoyo que brinda su institución a las revistas científicas, como el agregador de repositorios Recolecta, el CV normalizado y el servicio de evaluación ARCE.
Sobre este último detalló el Sello de calidad Fecyt, que evalúa 382 revistas sobre la base de un conjunto de indicadores especializados. Además, genera un ranking de visibilidad e impacto de revistas científicas españolas de humanidades y ciencias sociales con las publicaciones que hayan obtenido esta acreditación. “Calidad no es sinónimo de indexación”, sostuvo en su presentación.
Justamente este instrumento y muchos otros fueron parte del análisis crítico de los rankings y métricas de las revistas que presentó Isidro Aguillo, responsable del Laboratorio de Cibermetría del Instituto de Bienes y Políticas Públicas del CSIC. Una por una repasó las debilidades que, a su juicio, presentan indicadores como el JIF, CiteScore, SNIP, h-index, Google Scholar Metrics, Dialnet Métricas, altmetrics, MIAR, Carhus y Latindex, entre otros.
En el animado debate posterior –moderado por Javier Guallar–, Aguillo recalcó que los factores de impacto no son adecuados para medir la calidad de las revistas, debido a su ventana de citaciones, la falta de normalización y el uso de datos de terceros, entre otros. “Es un error usar métricas de revistas en vez de artículos”, señaló, remarcando que debemos valorar el contenido, no el continente.
Otra presentación que abordó la evaluación de revistas fue el trabajo sobre transparencia de Mari Vállez, profesora de la Universitat de Barcelona, junto a Alexandre López-Borrull, Candela Ollé y Mario Pérez-Montoro. En este, determinaron 6 parámetros y 20 indicadores con información que las revistas deberían exhibir en sus sitios web, como por ejemplo los APC, los revisores o la política antiplagio. Luego, aplicaron este instrumento a revistas del ámbito de la comunicación y la documentación, y entregaron los resultados preliminares, despertando gran interés en la audiencia.
Comunicación académica y megajournals
En la tercera sesión Isabel Olea, redactora jefe de Profesional de la Información, presentó el Anuario ThinkEPI 2020, dirigido por Luis Rodríguez-Yunta y que contó con una treintena de artículos. El número de este año 2021 incluye un trabajo de Lluís Codina, profesor de la Universitat Pompeu Fabra, quién lo dio a conocer a través de la conferencia «Comunicación académica y plataformas digitales editoriales» en que introdujo el término paraguas scholarly communication, ámbito de estudio sobre los autores y creadores de trabajos académicos y científicos, que unifica al sector de actividades de quienes trabajan en el ecosistema de las revistas y las bases de datos.
En su presentación, Codina identificó tres pilares en la comunicación académica: producción, donde sitúa a los autores y los documentos; difusión y preservación, que va desde las editoriales hasta el SEO académico; e impacto, tanto académico como societal. Añadió que uno de los objetos de esta disciplina son las plataformas editoriales, ejemplificándolo con el mencionado artículo sobre soluciones de arquitectura de la información de los llamados megajournals en que, junto a Alejandro Morales-Vargas, realizaron una revisión comparativa de las interfaces web de Taylor and Francis Online, SAGE Journals, PLOS One, MDPI y Open Research Europe.
Posteriormente, el fenómeno de los megajournals también fue abordado, pero desde otra perspectiva, por Rafael Repiso, profesor de la Universidad Internacional de La Rioja. En su ponencia afirmó que en algunas de estas plataformas editoriales de gran tamaño la evaluación se basa más en la calidad formal de los artículos y que sus revistas no ponen límites a la recepción de trabajos, por lo que a su juicio no existe competición. Las distingue, eso sí, de las predators, donde no se evalúa rigurosamente.
Por tanto, el académico hizo un llamado a “vacunarnos”contra las revistas depredadoras, eliminando el uso de métricas basadas en revistas –como el factor de impacto– en consideraciones de financiación, nombramiento y promoción. Su propuesta apunta a resolver el problema de la evaluación extrapolada de los trabajos y centrarse en la calidad del contenido de los artículos con indicadores bibliométricos adecuados.
Buenas prácticas para autores y editores
A una reflexión sobre la importancia estratégica de la formación autoral invitó Ignacio Aguaded, editor jefe de revista Comunicar, quien resaltó que una revista debe contar con una comunidad científica que la respalde y tener a los autores como prioridad. “El autor es sagrado”, agregó. En esa línea, presentó la iniciativa Escuela de autores, blog con consejos para enfrentar un proceso de revisión con éxito, cumplir las normativas de publicación, cuidar los estándares formales, entre otros recursos.
En cuanto a los editores, el catedrático de la Universidad de Huelva detalló un decálogo de criterios de calidad y buenas prácticas para gestión editorial, función que puso de relieve para conseguir un alto impacto. “Los editores somos los porteros de la ciencia”, sostuvo. Por ello, Aguaded entregó recomendaciones como contar con una comunidad de revisores informada, evitar la endogamia y las autocitas, así como combatir el plagio y publicar las tasas de rechazo.
Por otra parte, Ernest Abadal, catedrático de la Universitat de Barcelona, y Lúcia da Silveira, de la Universidade Federal de Santa Catarina, Brasil, presentaron un estudio sobre el open peer review con casos prácticos y recomendaciones para editores. Al respecto señalaron que la ciencia abierta otorga transparencia al proceso de evaluación, brinda reconocimiento a los revisores, facilita la formación de revisores jóvenes y provoca un potencial aumento en la calidad de las evaluaciones. Como ejemplo citaron el caso de la plataforma F100 Research que aplica la revisión abierta. Eso sí, reconocieron que esta práctica eleva la dificultad para encontrar revisores, alarga el proceso y demanda más trabajo para el editor. Por ello, recomiendan partir con un plan piloto e implementarla con flexibilidad.
Más métricas y herramientas de información
Sin el ánimo de demandarle más trabajo a los editores, sino como una invitación a ver la importancia de las estadísticas de visita para obtener información valiosa de sus lectores, Cristóbal Urbano, profesor de la Universitat de Barcelona, junto a Alex Vitela, presentaron un estudio sobre aplicaciones de la analítica web en revistas científicas, basado en un artículo publicado en revista BiD. En este trabajo ponen de relieve el sitio web de las revistas, como algo más que un conjunto de artículos que circulan por internet, “más que una estantería de PDFs”, por lo que deben incrementarse las llamadas a la acción en este tipo de ficheros.
Según los autores, mediante la analítica web se puede evaluar el desempeño global del sitio, considerando quiénes lo visitan, cómo llegan, qué hacen en el sitio y comprobar si hacen lo que los editores esperan. De ahí que sea importante medir la consulta de artículos y la optimización del sitio web. Para ello, se puede usar Google Analitycs, como hace la mayoría, o softwares como Matomo, una alternativa que cuida la privacidad de los datos.
Otras herramientas que se presentaron en CRECS, fueron las nuevas funcionalidades tanto de Dialnet Métricas como de SCImago Journal Rank (SJR). Respecto de este último, una de las novedades es el comparador de similaridad de revistas, cuyas características detalló Atilio Bustos-González, investigador del Grupo Scimago. Según explicó, este permite realizar estudios de benchmarking entre las publicaciones, identificar revistas clave en la referenciación, examinar los flujos de citación, analizar redes de revistas y métricas evolutivas.
Otra novedad fue la presentada por Félix de Moya-Anegón, fundador y director de SCImago Research Group, es el análisis métrico del desempeño de autores en el marco de la declaración DORA, que insta a no valorarlos con el factor de impacto de las publicaciones. Esta nueva función se basa en la combinación del impacto esperado y el observado, permitiendo comparaciones con diferentes métricas por disciplina o por nacionalidad.
Galería de honor de trabajos premiados
Finalmente, como es tradición en la conferencia, se entregaron los premios SCImago-Profesional de la información a los mejores artículos publicados en EPI. Este año 2021 el ganador en la modalidad información y documentación fue el artículo «Altmetrics and societal impact measurement: Match or mismatch? A literature review» de Iman Tahamtan y Lutz Bornmann. En tanto, el primer lugar de la categoría comunicación fue para el trabajo «Desinformación en tiempos de pandemia: tipología de los bulos sobre la Covid-19» de Ramón Salaverría y otros autores.
En la ocasión, Ramón Salaverría, catedrático de la Universidad de Navarra, junto con agradecer el reconocimiento, contó la trastienda de cómo fue articulado el equipo de investigación justo antes de pandemia y cómo luego trabajaron a distancia –en algunos casos sin conocerse en persona previamente–, logrando resultados en muy poco tiempo. Dentro de las lecciones aprendidas, destacó que la multidisciplinariedad es posible si se eligen temas interesantes y se construye confianza a partir de la metodología.
En cuanto a los pósters en vídeo, el primer lugar tanto en la categoría mejor diseño como mejor presentación fue para el trabajo «Prototipo funcional de sistema de validación de referencias citadas por artículos científicos publicados en revistas científicas» de Juan Sebastián González Sanabria y otros autores de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia. El mejor contenido, en tanto, fue para «Special issues y revistas científicas de comunicación. Reflexiones sobre su práctica editorial» de Tatiana Hidalgo-Marí y otros autores de la Universidad de Alicante y la UNIR.
La colorida presentación de un servidor también ocupó un lugar destacado entre los primeros puestos de las votaciones, lo que nos anima a volver a participar, ya sea presencialmente o en línea, en la versión 2022 de la conferencia CRECS, a realizarse en la Universidad de León. ¡Hasta el próximo año!